Herman Rojas
hrojas378@gmail.com
Reflexionar
sobre la construcción del socialismo hoy, se enfrenta a algunos
problemas de carácter históricos y epistémicos, algunos de los
más fuertes son sin duda alguna ¿cómo pensar y construir
socialismo desmarcándose de la herencia viva del socialismo real y
el marxismo soviético, cómo crear socialismo que contenga en él,
el problema eco social, cómo construir una opción socialista que
vaya más allá del reconocimiento sólo del Estado (reconociendo su
rol ) cómo sujeto e instrumento político de la transformación
social, aliado con la forma partido para cumplir los objetivos de
transición bajo una dirección política en forma de vanguardia?.
Un socialismo que no sólo reconozca una sola forma de organización
política, que rompa con la burocracia como un elemento mediador y
organizador entre diferentes actores que conforma la fuerza política
transformadora, donde lo protagónico y la auto organización de las
multitudes sean características fundamentales para poder tomar
distancia de la visión distorsionada de gran parte del Marxismo
del siglo XX.
Por
eso al repensar éste tema surgen nuevas denominaciones cómo
socialismo Indo americano, el eco-socialismo, socialismo del siglo
XXI cómo lo llamó Dietrich, de ahí también la relevancia actual
de pensadores como Mariátegui, Ernesto Guevara, con aportes
fundamentales del Zapatismo, el indigenismo, y las diferentes formas
organizativas que se han generado en toda latinoamérica como
reacción y constitución de proyectos alternativos a la sociedad
unidimensional. Parte del meollo de éste debate es organizar y
construir más allá de la jerarquía, desde arriba, reconociendo
nuestras realidades sin calco ni copia, sin ser dogmáticos antes los
escenarios de los cuales formamos parte.
En
todo éste universo de aportes colectivos e individualidades
comprometidos con el cambio cualitativo de la sociedad, vale la pena
y se hace necesario comenzar a tomar enserio al pensamiento de
Ludovico Silva y su visión sobre el socialismo, ya que además de
ser uno de los pensadores marxistas más importantes del mundo,
desarrollo un conjunto de estudios e investigaciones realmente
vigentes, sobre todo lo relacionado con la estructuras ideológicas
del capitalismo que fueron y siguen siendo reproducidas por algunas
izquierdas. Ludovico intentó describir los rasgos que deberían de
tener una sociedad que supere las relaciones de dominio y explotación
de la humanidad.
Una
transversalidad en su propuesta es la crítica profunda al
estalinismo y al dogmatismo del Marxismo leninismo, al carácter
reproductor de ese tipo de socialismo y de cómo esa visión logró
hegemonizar la visión política de gran parte de las izquierdas
latino americanas, bajo éste modelo que constituyó la expresión
de la sociedad que Marx hablaba, y que Lenin puso en practica (o por
lo menos eso todavía sigue siendo parte de la argumentación
coloquial Marxiana leninista).
Ludovico es ampliamente
conocido por su importantísimo concepto de la plusvalía ideológica,
que no es otra cosa que la extracción psíquica que realiza la
industria cultural en la sociedad avanzada, y que esta a su vez
explota al hombre a través de una ideología que no es de él, sino
del capital, que se incrusta en el hombre de una manera inconsciente.
Ludovico menciona que no solamente habría una plusvalía cómo
explotación de la energía física y mental de la fuerza de trabajo,
sino una explotación psicológica que se convierte en ideología de
la clase dominante mundial, acumulando capital ideológico
La plusvalía ideológica
viene así dada el grado de adhesión inconsciente de cada hombre al
capitalismo; grado de adhesión es realmente un excedente de su
trabajo espiritual, es una porción de su trabajo espiritual que deja
de pertenecerle y que pasa a engrosar el capital ideológico del
capitalismo (Silva, 1977. P 236).
Es
notorio el acercamiento de Silva con la teoría crítica de
Frankfurt, del cual toma la propuesta de Adorno y Horkheimer sobre
la Industria cultural, a la cual Silva la denomina Industria
ideológica. Sobre éste punto en específico también se hace
necesario su estudio amplio y significativo, del cual estas notas no
forman parte.
En
el texto póstumo denominado: el
socialismo perdido,
Silva describe cómo debe de ser una sociedad socialista tomando cómo
referencia fundamental, los Grundrisse
o elementos
fundamentales para la critica de la economía política
de Marx, y es que para silva si bien Marx no escribió un modelo
totalmente definido, de cuales son las características de esa
sociedad cualitativamente distinta del capitalismo, en este texto hay
varias pistas de cual es la forma que debe de tener la sociedad
socialista, de las veinte y una tesis de Silva que aparecen en el
texto, podemos comentar algunas de ellas, no queremos en estas breves
notas hacer una extenso estudio de las muy importantes propuestas y
mucho menos del complejo y pertinente obra de Ludovico Silva, sino
algunos puntos que parecen importantes para el debate y la practica
del socialismo en Venezuela.
Para
Silva la sociedad socialista debe de ser una sociedad fundada en el
valor de uso, esto sería, superar el actual orden social basado en
el valor de cambio, para crear realmente un proceso económico social
en donde la satisfacción de las necesidades, sea la razón
fundamental de la economía. Además de que con esto se superará la
alienación de los seres humanos, con la no mediación del dinero en
una práctica de intercambio. Para Silva la consecución de una
sociedad socialista necesita la de un hombre-mujer nuevo-nueva con
una conciencia pero:
La
conciencia socialista, que no debe ser considerada como un simple
"reflejo' de la revolución económica sino como expresión de
la misma, sólo podrá lograrse cuando se supere la realidad
cotidiana de una distribución racionada por el dinero( Silva 2007 P.
69).
Éste
es uno de los puntos más álgidos del debate marxista, sobre la
conciencia de clases, y es que para Silva la conciencia entendida
cómo reflejo es una interpretación mecánica del planteamiento de
Marx, ya que éste no se puede entender en una relación causa
efecto, ideología reflejo de las relaciones materiales, sino que
esta es una expresión del relacionamiento que existe en las
relaciones históricas y sociales de una determinada sociedad, “si
en vez de entender la ideología como un reflejo, la entendemos
siguiendo al propio Marx, cómo expresión de la realidad histórica
…. Habremos dado un gran paso” (Silva, 1977.P 54). Parece que
esto debe de estar dentro de la agenda de debate de la militancia
revolucionaria porque es un elemento importante, además todavía
están vivos los códigos que convirtieron al marxismo en una
ideología cuando en realidad, Marx concebía una sociedad donde
debía de superarse las ideologías.
En
cuanto a la propiedad privada, ésta debe de desaparecer para darle
paso a una propiedad colectiva, y aquí hay otra polémica
apreciación de Silva, porque la manera en cómo ha sido concebida
hasta hoy por la militancia revolucionaria, es que la propiedad
colectiva total, por encima de la propiedad privada, debe de ser la
forma de propiedad hegemónica en la sociedad socialista, pero para
Silva:
El
nuevo modo de vida sólo podrá nacer de una integración de un nuevo
modo de producción y de un nuevo modo de distribución",
escribe Mandel. Se debe cambiar la noción de propiedad. En las
viejas sociedades de transición hacia el socialismo, la propiedad se
entendía como propiedad colectiva; pero esto no es un principio
socialista. El verdadero principio socialista implica la propiedad de
todos lo miembros individuales de la colectividad. (Silva, 2007.
P82).
Además
Marx fue bien claro sobre que tipo de propiedad es la que se necesita
abolir, no es la propiedad individual sino la propiedad sobre los
medios de producción.
El
trabajo debe de tomar otra forma también distinta a la que tiene en
la sociedad capitalista, Silva nos habla no de sólo mirar de otra
forma al trabajo sino de superarlo, saltaría la pregunta de una vez
de ¿Cómo superar el trabajo si es el trabajo la fuente de
desarrollo de la sociedad, si el trabajo es en parte lo que
diferencia a los humanos de los animales?
La
antropología del siglo XX dio la razón a Marx en lo que respecta a
la teoría de que el hombre primitivo era una combinación de homo
faber y homo ludens, y de que con el tiempo y el surgimiento de
nuevas formas de alienación unos hombres quedarían relegados a la
tarea fabril mientras otros, los menos numerosos pero sí los más
poderosos podían dedicarse a ser homines ludens, hombres que juegan
y que crean libremente cultura
La
superación no es abolición, Silva plantea que en la sociedad
socialista el trabajo no tendría el carácter de alienación ni de
penalización, pero que además el tiempo libre se incrementaría,
porque la creación y el trabajo humano estarían estrictamente
ligados a esa satisfacción de las necesidades humanas, este tiempo
libre no necesariamente debe de dedicarse a la formación rígida,
disciplinada férreamente para adquirir ideología, sino más bien a
la creación, a la adquisición y generación de conocimientos,
alejándolo de la industria cultural que supo cómo mercantilizar el
tiempo libre.
Otro
elemento que está presente el texto tiene que ver con el Estado,
cual es el rol del Estado en una sociedad socialista ¿habría
Estado?, luego de la etapa de transición guiada por la dictadura del
proletariado el Estado desaparecería y se consolidaría una
conducción ampliada, más no un poder externo a los individuos,
sabemos ya lo que han significado históricamente las revoluciones
desde arriba, tomando al Estado cómo algo neutral,
instrumentalizado, al ser el Estado la expresión de una sociedad de
clases, si la división de clases desapareciera el Estado tampoco no
tendría su razón de ser. ¿Cómo sería la gobernanza en una
sociedad socialista?
La
autogestión de todas las fuerzas sociales reemplazará al viejo
Estado. No significa esto que no habrá gobernantes, o mejor dicho,
un equipo de conductores compuesto por gente de mediana edad y con
suficiente capacidad, sabiduría y equilibrio como para administrar
el poder social de manera equitativa para todos los individuos, que
serán quienes elegirán a ese equipo y lo controlarán.( P 86)
Agregaríamos
a ésta apreciación el carácter revocatorio de cada uno de sus
integrantes en todo momento, esto permitiría un control realmente
efectivo y una verdadera practica de poder popular.
Las
interpretaciones de Silva sin duda alguna son un aporte al debate
actual del socialismo en Venezuela, por el carácter crítico y sobre
todo alejado de las desviaciones del Marxismo que hacen una apología
al dogma, según “desde los clásicos del marxismo”, que en
realidad más recuerdan a la era de los manuales. Silva también
menciona en este texto, que no es posible pensar cualquier socialismo
donde el marxismo no esté presente, lo cual en efecto es así, pero
a luz de los acontecimientos actuales sería necesario preguntar si
¿sólo con el marxismo hoy cómo fuente teórica basta para
construir socialismo, acaso el Bolivarianismo, el chavismo (entendido
éste cómo movimiento político), el pensamiento indo americano y
amerindio o el movimiento popular venezolano y latinoamericano, entre
otros no tienen algo que aportar a la lucha por una nueva sociedad
?.
En
estos momentos se hace más necesario superar barreras que no
permiten la revolución de lo social, cómo uno de los grandes y
urgentes retos que tiene este proceso bolivariano, en esto Mészáros
nos recuerda:
Para
Marx, el concepto de revolución que expresa claramente en muchos
contextos, es el de “revolución social”. El decía que la gran
diferencia entre las revoluciones del pasado y una “revolución
social” socialista era que las revoluciones del pasado tenían un
carácter esencialmente político, lo cual significaba cambiar el
elenco gobernante de la sociedad, mientras se dejaba a la vasta
mayoría de la gente en una posición de subordinación estructural.(
Mészáros 1998, P 5).
No
hay mejor espacio para desarrollar ésta revolución social que las
comunas, consejos comunales y demás espacios organizativos que con
articulación del gobierno se vienen construyendo, y que la multitud
debe de construir superando las barreras que se encuentran ancladas
fuera y dentro de nosotros. El pensamiento y obra de Ludovico tienen
mucho que aportarle críticamente a la revolución bolivariana y al
movimiento popular latinoaméricano en la utopía concreta cómo la
llamaba Marcuse, de construir otra sociedad.
Referencias:
Silva,
L. (2007).En
busca del socialismo perdido. Caracas:
Fondo editorial del IPASME
______________
(1977) La plusvalía ideológica. Caracas: Ediciones de la
Universidad Central de Venezuela.
Mészáros,
I. (1998). Para
ir Más allá del Capital Entrevista
con István Mészáros. Recuperado
el 4 de agosto del 2012 de:
http://www.elecodelospasos.net/article-16990732.html.